La fuerza del vídeo en redes sociales
Con el exceso de información y contenido que sale a la luz en todo el mundo, la sobreexposición de mensajes a la que estamos sometiendo al consumidor y la creciente competencia que llena los mercados, cada vez se hace más complicado hacer llegar nuestro mensaje al público objetivo y atraer su atención.
Para desmarcarse del resto; usuarios, influencers y empresas, buscan diferentes formatos y estrategias para llegar a más gente. Poco a poco, los vídeos en redes sociales han ido cogiendo cada vez más fuerza, hasta el punto en que ya son más de 100 millones de usuarios los consumidores de este formato. Actualmente, alrededor de un 90% de los usuarios siguen los vídeos de las marcas y más de la mitad acaba visitando la web del anunciante. Son formatos fácilmente consumibles que no requieren de esfuerzo para ser visualizados (con la reproducción automática ya no tienes que molestarte ni en darle al Play) y son, además, de las publicaciones que más se comparten en redes.
Pero, como todo en Internet, el vídeo ha ido evolucionando a una velocidad vertiginosa. La tendencia actual son vídeos breves y en directo, que giran un poco más la rueda de inmediatez en la que nos hemos metido.
Zuckerberg, Dorsey y compañía se han hecho eco de esto, por lo que facilitan a los usuarios, cada vez más, mediante sus redes sociales, estas nuevas formas de comunicación, accesibles pulsando únicamente un botón.
Los vídeos en directo nos aportan varias ventajas:
- Es contenido creado en vivo. Todo lo que ofrezcamos será novedoso para las personas que nos siguen.
- Contenido exclusivo. Nadie de nuestra competencia puede ofrecer lo mismo que nosotros.
- Humaniza la marca. Denota que hay personas detrás de la empresa.
- Hace al público testigo de lo que está sucediendo en un momento y lugar concreto.
- Evita postproducción, ahorrándonos mucho tiempo de edición o montajes.
Desde Urban Marketing te aconsejamos apostar por el vídeo en tu estrategia de marketing para mejorar el engagement de tu público objetivo.
